La fórmula secreta
La industria del chacinado tiene ese cuento urbano que dice que quien trabaja haciendo panchos es incapaz de comerlos porque sabe con que se hacen.
El paseo por el pueblo de Montes en Canelones nos llevó a la industria donde todo el pueblo trabaja. La planta tenía unas condiciones higiénicas excelentes de todas formas el proceso de los embutidos es algo feo de ver porque hay que picar todo y formar una especie de pasta.
Los trabajadores parecían estar contentos con su trabajo y deben cuidar esta fuente laboral ya que es la única fábrica en todo el pueblo. Lo que me pareció irónico fue que la carne que usan tanto de chancho como de vaca es traída congelada de Brasil. En un país rodeado de vacas los chacinados de algunas marcas son con animales de otro país.
Cuando llegamos a la cocción de los panchos probé uno, estaba excelente.
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