Saudade analógica
En el año 2005 conseguí una invitación de AFE
para ir al Pilsen Rock en tren. Lleve una Nikon FM10 con un rollo de película
Ilford HPS Plus, pero la verdad es que no saqué muchas fotos y el rollo nunca
lo llegué a revelar.
Hace una semana encontré
un par de rollos en una caja y pensé que a lo mejor estaban las fotos del viaje
a Durazno. Se las llevé a Carlos Porro para que las revelara ya que no tengo más
químicos en mi casa. La verdad es que no sabía si 9 años después la imagen
latente seguiría ahí. En el viaje al laboratorio intentaba pensar en las fotos
que podía haber sacado en aquella época, solo recordé la del río.
Pero la sorpresa fue muy
emocionante al ver la imagen de Federico prendiendo un cigarro y tomando una de
las mil cervezas que nos bajamos ese fin de semana.
Intento recordar ese
lugar pero no puedo ligar el recuerdo con la imagen. Recuerdo que paramos con
Fede en un bar lleno de gente y que jugaba Uruguay vs Ecuador por eliminatorias
en Quito, era Octubre.
Otra foto que si
recordaba era un baño que nos dimos en el Río Yí. Teníamos poca película así
que Federico practicó un par de salidas del agua hasta que tenia el timing
perfecto y ahí de una toma apareció con un grito.
Es increíble que el
rollo fuera revelado y la imagen surgiera tanto tiempo después con una
nostalgia inigualable para mí, algo así como lo que le pasa a Barthes con
la foto de la madre. Intento recordar el momento del click, como era yo en ese
entonces, que poco sabia de fotografía, digamos me da nostalgia. Y la imagen se
impone para siempre, supera la memoria, incluso la remplaza, la rellena.
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